Todo se confabuló para que Gonzalo Córdova no gobernara sino apenas por diez meses y, de hecho, sólo durante cinco meses: la crisis económica, la oposición de los conservadores y de los modernizadores, su propia ideología de viejo cuño liberal, su mala salud, su terquedad y sobre todo el impacto de la represión de noviembre de 1922 en el espíritu de la oficialidad joven y progresista de las Fuerzas Armadas. Gonzalo Córdova se posesionó el 31 de agosto de 1925. " Asumía el rnando ", escribe Armando Pareja Andrade, dirigente liberal, " con una pompa radiante y en medio de ovaciones casi frenéticas. Y en vez del político sugestionante, pleno y de fuerza (que había sido) sólo se alcanzó a observar a un anciano pálido, de hablar difuso y algo temeroso. El Dr. Córdova se encontraba enfermo, padecía de una enfermedad cardíaca". A los 11 días de Gobierno, Córdova tuvo que aplastar una rebelión conservadora liderada por Jacinto Jijón y Caamaño. Aduciendo la ilegitimidad del Gobierno por el fraude electoral, se alzó en armas pero fue derrotado en San José del Ambi, Imbabura, y desterrado. A partir de entonces Córdova gobernó con facultades extraordinarias.
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